martes, febrero 27, 2007

Lumbreras

Somos lo que somos característicamente sin mentir, de eso se trata todo. Si preguntaran de qué se trata esta película llamada vida, diríamos que se trata de ser lo que somos, y esto es lo que somos.

Es fácil mantenerse honesto: solamente hay que acordarse de todas las veces en que hemos dado jugo con nuestra visión del planet. La vez en que mi viejo contó esa anécdota de mí en la familí y todos se burlaron de mi mente, claro que yo era pendejo. Otras que más me dolieron: etcétera. Yo he dado jugo de mil maneras inimaginables, quisiera recorrerlas todas.

Una vez en el colegio la profe de biología me retó porque yo tenía el pelo largo, me dijo esquimal. En inspectoría lloré delante de mi profe jefe y de la inspectora. Me tuve que ir a cortar el pelo al caracol y volver a la segunda hora, con el pelo corto y los ojos medios rojos.

Una vez con Pifi nos compramos un CD de juegos. Era nuestro, era intransferible. Yo se lo presté a Cholmito. A la hora después me llama Pifi preguntándome por el CD de juegos nuestro, yo estoy en la casa de mi tía y le miento que el CD está en mi casa, que vaya a buscarlo. El Pifi fue. Me llamó desde mi casa, y yo seguí mintiendo. Al final Pifi me dijo que lo único que quería era quedarse jugando esa noche con el CD, éramos ultra pendejos.

Otra vez había que bailar cueca y a mí se me quedó el sombrero en la casa. Agarré cualquiera, agarré el de Diego. Y salí a escena a bailar con la Karim. Diego esperó que terminara la canción, que terminara todo el show, y después fue hacia mí desde el público. Me quitó el sombrero sin tocarme.

Al final, debemos recordar estas cosas para saber que no debemos avergonzarnos. De ser como somos.

No debemos bajar la cabeza ante nada, porque somos lumbreras.

lunes, febrero 26, 2007

Jamoncialis 2

Bueno ahora que finalmente se fue la Cherry, puse el tema la conquistada de los jaivas y me fui a dar una vuelta en bicicleta por el park. Yo sabía que no era yo y eso me preocupaba; le pedí a Carlitos (hermano de la Cherry), que me devolviera la bicicleta y traté de andar. Sin embargo, a la primera que pedalié me di una vuelta en el aire en la bici y terminé en el aire.

Lo que me fustra es que ya no la voy a ver, y ella era justo el adversario que valía la pena. En todo caso, me daba lata usarla para la estrategia bruja, porque ella era tan linda. Era; ahora todo se dice en pasado, ella ya no existe más.

Bueno y la vida es esta vueltita que estamos tomando. Aún quedan muchos desafíos terribles.

Mi desventaja era repetir demasiado la frase “un brujo” en mi cabeza. Ahora me doy cuenta que soy como todos, con la diferencia que siempre estoy empezando. Ojalá pueda seguir para siempre así.

Ya no me importan las hebras del soñar, al menos no en este minuto. Ya entendí la verdadera manera de proceder.

El único problema es que aún no logro nada.

miércoles, febrero 21, 2007

AZGUR

Bueno los brujos que existimos hoy en día vivimos en una casa o en realidad es un edificio de varios pisos en el que sólo viven brujos. Hay escaleras bacanes que te permiten pensar en algo simétrico y que comunican los cuartos de distribución de cada piso en los que siempre hay acción. Las puertas de algunos de los departamentos están siempre abiertas y hay gente saliendo y entrando, y todos metidos en asuntos dramáticos y veraniegos. Todo filete, en otra capa de la cebolla.

En fin, yo normalmente no sé muy bien qué estoy haciendo y casi siempre voy de piso en piso buscando mi departamento o un baño en donde poder meterme y darme una buena ducha, casi siempre sin saber que soy un brujo.

Ayer nos hicieron una especie de emboscada y nos metieron en la habitación de los móviles. Ahí empieza una exposición de la geometría del universo y por momentos pienso que era yo quien la daba, el asunto era que el expositor decía todo tal cual lo había escuchado de la charla en la que él había sido el oyente, y nosotros nos dábamos cuenta. Pero el caso de casos era, más bien, que el universo puede transformarse tan sólo con el acto de tirar un cordel.

Esto se explicaba mediante los móviles, y tras la demostración, una bruja que estaba en la asamblea, pero en realidad éramos cinco o seis, dice que las palabras matrimonio y maridaje se parecen demasiado y que la multi-geometría del universo es un asunto mental, y yo digo que no y digo:

“Esto es un cielo… y aquí hay un pájaro.”

Mostrando respectivamente una cortina rectangular de móviles que nos rodeaba y un origami en una de las aristas del cielo, que representaba un fino pajarraco. Luego, o más bien, antes, habíamos tirado el cordel que salía de un agujero en el techo y los móviles se habían reorganizado hasta formar el cielo con el fino pajarraco… ¡siendo que antes había una bandada de halcones o chacalotes volantes representada con esos mismos increíbles móviles!

HEBRAS DEL SOÑAR, DETACHMENT, YA NO HAY DUDAS.

Para nosotros normalmente es difícil lidiar con algo externo durante una lucha que dura toda una vida, pero eso sólo es algo que le gusta decir a la mente. Ya esa es razón suficiente para vivir enfocados en nosotros mismos y con la energía mayormente puesta en la cabeza. Lo increíble es que podemos enfrentarnos a cualquier fuerza externa gracias a una conducta radical denominada… no denominada nada en realidad. Ligada al intento.

Las hebras del soñar nacen y se acurrucan en la zona media del cuerpo y desde allí florecen cuando hacemos algo imposible. Cada vez más lejos, y nos obligan a transportar nuestra concentración a los alrededores del ombligo y a tratar de hacer cosas imposibles. A ponernos a elaborar planes para lograr cosas sin pensar en el éxito o el fracaso sino más bien pensando en la sensación que se produce en nosotros, sensación que es mezcla de miedo y alegría.

Cuando nos ponemos del lado del intento nos damos cuenta que es ridículo aducir razones para hacer o no hacer tal cosa. Se apodera de nosotros un extraño detachment, el desapego.

Siempre hay algo que nosotros queremos hacer con un deseo radical de hacerlo, de lograrlo pero es imposible. Decidirse a perseguir ese ideal escurridizo es unirse al intento (cada uno de nosotros tiene un vínculo y tiene hebras de soñar), y una vez que estamos en él, curiosamente nos olvidamos del beneficio personal y de todo lo que significaba ese objetivo para nosotros.

Hay un punto en que los brujos comienzan a creer que sus ensueños ya no tienen la misma fuerza, y lo que sucede es que están actuando sin observarse a ellos mismos. Al principio, todo se trataba de observar maravillados las formas de los sueños, hoy se trata de actuar sin sentido, movidos por las hebras del sueño que se están desenvolviendo en las alas del intento, es un abandono sutil. Ya el guerrero no sabe que es su doble quien opera. Ya no existe la duda de “quién soy yo, yo o mi doble”.

lunes, febrero 19, 2007

Rayueliana

Todo tiende a hacerse irreal a mi alrededor. Esta semana es la última de la Cherry, después se va para siempre. De Santiago.

No sé si juego con fantasmas, sólo sé que, en cierto sentido, me queda una semana (en otro sentido me quedan más que semanas, pero eso da igual.)

Dicen que todo está en el timing, y yo espero que así sea por esta vez. Lo otro, es que está de por medio el Mati. Mi hermano.

Desde un punto de vista, eso me gusta, porque la labor se vuelve aún más imposible. O sea, si es imposible que una nulidad como yo, desconocedora de todo, se acerque a la Cherry, cómo será entonces que eso pase cuando los dos tortolitos malditos se juntan a escondidas el día de los enamorados, y se quedan en Santiago el fin de semana cuando estaban invitados a Pirque; cómo es eso, si ya lo otro era infinitamente imposible.

Da lo mismo. Estoy escuchando Cypress Hill. Ya me dije que mis pensamientos no me iban a derrotar. Cuando volví de la vuelta de poder, fui al súper y me encontré con la Mary y Cristóbal, como siempre. Les pregunté ¿y la Cherry? No sé, me dijeron, no la hemos visto en todo el fin de semana. Y ellos viven juntos.

A lo que voy, así como dije que mis pensamientos eran irrelevantes cuando me decían que no, asimismo tengo que considerarlos irrelevantes cuando me digan que sí. El viernes, cuando salimos, éramos varios y la sorprendí mirándome.

El laberinto del intento es más poderoso. Las palabras, pensamientos y actos son irrelevantes. Los míos, los del Maty y los de la Cherry. Todo está por cumplirse, y yo espero estar del lado de la fuerza que lo gobierna todo secretamente.

Fin de las transmisiones.

sábado, febrero 17, 2007

La tradición del intento

Es increíble cómo los guerreros aprenden a entenderse con un elemento externo, llamado el pinche tirano. Sus vidas diarias no se agotan en ellos mismos, sino que incluyen perentoriamente a una persona ajena a ellos, valga la redundancia. La ausencia de control sobre este elemento externo se compensa con una actitud radical que nace en el fondo de las tripas: el intento.

Es curioso que los guerreros la hayan llamado así. Esa fuerza no tiene nombre, puesto que está, como yo mismo dije, afuera de todos los sueños. El asunto es que la manipulación o el uso de la palabra intento en el vocabulario, por increíble que parezca, tiene que ver con esta fuerza.

La manera como yo lo veo es que, como los guerreros no tienen control sobre el elemento externo, solamente pueden intentar una acción que los lleve a sobreponerse a la tiranía del pinche tirano. Por ejemplo, yo sin posibilidad de obligar a que la B. me ame, solamente puedo amarla. Esa actitud, nacida del fondo de mis tripas, solamente tiene que ver conmigo, y sin embargo apunta a un ser que está afuera. Yo no puedo ser culpado de negligencia, puesto que yo estoy tratando de llegar a la B. a través de amarla. El efecto máximo tiene lugar cuando me doy cuenta que no importa el resultado de mi intento de amar, sino que importa el intento en cuanto tal. Con esa sola acción estoy cumpliendo con toda mi parte y puede decirse que estoy llenando los requisitos del intento.

Tomemos por ejemplo un caso que sucedió el otro día. Para San Valentín, yo invité a la B. a que saliera con nosotros, y a último término ella llamó para decir que iba a ir “a otra parte”. Luego inmediatamente nosotros sopesamos que se iba a juntar con R. Al volver a la casa, nos pusimos a ver unos capítulos de Heroes, que el S. recién había bajado, y yo me quedé dormido en el sillón y luego me fui a acostar a mi pieza. Al cerrar la ventana, vi a la B. y a R. sentados en una banca enfrente de mi depa, compartiendo una agüita mineral.

Al ver esa escena, mis pensamientos me dijeron automáticamente que yo estaba derrotado. Entonces entró en juego la frase siniestra:

El intento es lo que hace que un hombre tenga éxito, cuando sus pensamientos le dicen que está derrotado.

Yo no podía dejar de amar a la B. solamente porque mis pensamientos me decían que no tenía oportunidad. Yo tenía que, como guerrero, esperar un milagro, confiar en la fuerza que existe afuera, y suprimir todo pensamiento para vanagloriarme de la idea que con solo mi intento, yo ya tenía todo lo necesario para llenar mi existencia.

A ratos suena patético, pero es mejor no decir nada.

jueves, febrero 15, 2007

INTENTO

THAT’S BRUJERÍA, I SAY

Juan Matus en uno de los libros
Aparece definiendo el intento así

Intento es lo que hace a un guerrero triunfar
Cuando sus pensamientos le dicen que está derrotado

Yo una vez en este blog dije
Qué posibilidad hay de entrenarnos
A manejar nuestra vida o nuestros sueños
Simplemente podemos intentarlo

That is brujería
Brujería I say

lunes, febrero 12, 2007

Misterios prácticos

Me acuerdo que iba en una calle misteriosa de regreso a mi casa, y que de repente pasó un ramillete de 3 minas exquisitas, la principal de ellas con el pelo castaño tomado en un moño de vieja que la hacía acompañar por las otras 2 que era necesario alcanzar. Había allí más gente que en el paseo ahumada y me puse a correr nada más que para llegar a la esquina, doblar y ver la calle desierta.

Estoy de cumpleaños. O faltan 2 horas para mi cumpleaños y estoy en la casa de mis tíos, recostado de panza en una cama y revisando los misterios prácticos. El cuerpo no existe y toda la sensación es un sueño en que no hay ni pies ni cabeza, la energía reside en el sueño de cada uno de nosotros, y este mundo es sólo un aparato de visualización, como una nube en que se reflejan los rayos cósmicos y uno debe ignorar, pasar por alto toda la realidad y sólo debe contar lo que soñamos. Me levanto por fin de la cama y voy donde están las 11 almas que me acompañan en esta fecha “tan” especial.

Al correr sin esperanza, una niña me sale al encuentro y me empuja para que alcance a las 3 que me robaron los sentidos en general, no están, pero al girarme de pronto las veo pasar y, tal vez sin dudar, interrogo con los ojos a la más bella, la del moño de vieja, y resulta que yo estoy deseando una sonrisa en la tierra de la B., y la del sueño misterioso es como la B., y sus ojos van pasando lentamente a la forma más despiadada, como dos ranuras que dicen que la muerte aquí y que la muerte allá, y yo me espanto y después voy con la otra morena, que se parece a la que en la tierra es la P., y sus ojos son sinceros porque yo no quiero nada de ella, y para entonces ya sé que estoy en el sueño que Juan Matus llama mundo de los seres inorgánicos.

Ahora vas a correr, me dice una voz, la voz que Juan Matus llama el emisario de ensueño posiblemente, y yo busco mi cuerpo en la parte baja de mis ojos y sólo veo una mancha azul, y quiero despertar, y ahí entonces una voz me dice:

“Y ahora te despiertas tranquilo en tu camita”.

Con el matiz más sarcástico que puede existir.

Llega el minuto de los abrazos, estoy feliz o esforzándome por estar feliz para que me vean los ojos del intento que está afuera de todos los sueños. Me falta conseguir el intento de los nuevos brujos, el intento que consiste en ver energía, en ser seres luminosos y en moverse nada más que con los ojos. Y debo empezar a practicarlo ya, porque como ya veremos estoy atrapado en un mundo del cual quizás jamás pueda escapar, o en verdad sí seré libre, y nada más es una sensación de desesperación la que no me deja en paz. Y me toca abrazar a la B.

En la cama que no era mi cama, desperté y mis brazos eran como tiritas en un ventilador, y yo dije que no era posible estar así y me puse las pilitas, armé lo que se dice es mi cuerpo de energía, porque yo quería estar de vuelta en la casa donde habíamos celebrado mis 26 añitos tan fácilmente, y no. En la cama de al lado estaba el brujo que me dijo que corriera, y busqué en vano mi cuerpo tendido en mi cama, y busqué en la pieza de al lado y las camas estaban hechas, todos se fueron y en el living encontré mi bicicleta sin una rueda, y más allá encontré la rueda, y entonces supe que mi bicicleta en la tierra es un sueño o un espejo de la otra bicicleta que estoy viendo aquí, y salí a la calle o al campo porque estábamos en Pirque, o en “un” Pirque, y corrí y no podía correr, buscando mi cuerpo y no estaba por ningún lugar, y pensé que nunca iba a volver, y pensé que había caído en la trampa más sutil.

En toda la noche no pude estar cerca de la B., y sé que pueden pasar años, porque el tiempo en la tierra es así.

Miré a lo lejos, a la ciudad, y las nubes eran como de piedra. Confirmé todas mis sospechas de hallarme atrapado en un sueño del cual verdaderamente no me sentía capaz de despertar.

De repente me doy cuenta de lo que se me nota que me gusta la B., en las tonteras que le digo.

Y voy descubriendo que estoy asustadísimo, y que lo que me asusta no es la muerte misma sino el hecho de estar atrapado en un mundo que ni siquiera es el mío, porque si fuera el mundo mío, al menos tendría a mi cuerpo, y aquí no tengo nada más que la posibilidad de viajar como pura energía, y de ver más. Y al despertar de verdad, emito casi un rugido, y me giro en la cama para ver a los O. que estaban durmiendo allí y que ahora sí estaban y eran ellos. Y sentí que acá por lo menos estaba yo, y que el sueño, en pos del que tanto voy a la caza noche tras noche, es en realidad terrible.

Me empiezo a preguntar si verdaderamente es el mundo de los sueños tan fantástico como parece ser, y me respondo que él también es un mundo cárcel, y que mi destino en verdad es como una sonrisa, porque es la libertad.

No me importa esperar años o décadas si al final me espera la libertad.

viernes, febrero 09, 2007

"Se acercan y lo hacen"

Manu

Juan Matus llama punto de encaje a la estructura que nos permite soñar, y llama mundos a los sueños.

Llama ensueños a los sueños en que uno se ve su propio cuerpo, y Nicanor Parra dice que a la rosa que ya se deshojó no se le puede sacar otro pétalo, y yo demostré lo contrario el viernes que viene.

A lo mejor yo no soy importante para nadie en este mundo, y tal vez sea un hecho que nadie es infinitamente importante para mí.

Pero son sólo sueños.

miércoles, febrero 07, 2007

Quiero

Hoy ando más transportable que la chupilca
Del destino
Cualquier cosa que veo huelo
Me transporto inmediatamente a 1997
O a enero 2002 el mejor año de mi vida
La recapitulación inconciente
Ya tiene terreno ganado en mí
Así

PD: Que imagínense
Cómo me debo sentir

martes, febrero 06, 2007

Guerra de la percepción

Escapar de la muerte, llevando algún secreto.

Resulta que estábamos en Osorno congelado, buscando pasajes para volver a Santiago a trabajar. Yo por lo menos, a trabajar. Situación que siempre se repite, variando los climas: otras veces fue en la playa con 30 grados de calor.

Habíamos rescatado una esfera de un agujero en el lago congelado donde se dejaba ver el agua. El trabajo en equipo lo hizo todo, puesto que yo me lancé de guata y Marco me controlaba por los pies, y luego Marco se lanzó para que lo controlara ese otro amigo imaginario, y finalmente pudimos llegar a la esfera sólo para comprobar que unos niños ya la habían rescatado. Vimos en la repetición la escena de los niños lanzándose sin ningún tapujo al lago congelado y rompiendo el quebradizo hielo, finalmente pudieron sobrevivir y hacerse con el misterioso objeto.

Estos días me matan (me fascinan). Estos años de espera me vuelven loco (me alucinan). He pensado que los viajes submarinos no tienen ningún significado en sí mismos, y que el significado les viene de haber arriesgado la vida en ellos. Y es verdad, ya no me asombra despertar en un sueño y volar por la pieza como una mariposilla viendo colecciones de objetos increíbles guardados en mi mente más pequeña, en mi mente de niño. Ver mis colecciones de avioncitos que ni siquiera fueron míos pero que vi en alguna casa y guardé con lujo de detalles en mi corazón.

Preguntamos y nos dijeron que fuéramos a ciertos lugares, unas casas como tugurios que casi se caían, atendidos por personas siniestras detrás de mesones infinitos, todo envejecido por la atmósfera mortal, y ahí no había pasajes, tuvimos que recorrer otra calle con nombre de prócer, perdidísimos en un Osorno maldito, quizás de otra época, y finalmente 2 señoritas amabilísimas me vendieron un pasaje para esa misma noche. Pensé que debería haber hecho como las niñas, que sin duda habían comprado su pasaje no más llegar a Osorno pensando en el regreso.

Ayer en el bus desperté sabiendo algo, un conocimiento se despertó de pronto. Pensé que en uno de aquellos vuelos, vería demasiado y dejaría los huesos. Antes supe que la muerte entraba por la percepción, y que las cosas se iban transformando ante nuestros ojos hasta que ya no había vuelta atrás, o quizás ninguna razón para regresar a este mundo. Los brujos en sus relatos describen visiones de profunda melancolía y dicen que eso es la inmensidad, de la que uno jamás vuelve. A menos que se produzca el hecho más inaudito: la sobrevivencia.

Sobrevivimos o perecemos.

Una vez que teníamos lo que queríamos, el pasaje para volver a Santiago, nuestras intenciones se volvieron más místicas. Una bruja en un sucucho nos mostró sus habilidades con un condimento especial, parecido al merquén, pero poderosísimo. Nubló el ambiente y lo llenó de poder. A la hora de salirnos de allí, una de nuestras amigas decidió que quería llevar un poco de ese plancton. La hechicera era astuta, y engañarla imposible, pero de todos modos con mi amigo nos aventuramos a la terrible empresa. En la sala contigua estaba la hechicera practicando sus técnicas, y nosotros revisábamos el contenido de 3 proverbiales frascos. En el tercero estaba lo que buscábamos, la misteriosa esencia roja. Vacié un puñado en mi palma y lo apreté, listo para escapar.

En la vida de un guerrero, hay años completos en los que no ocurre nada extraordinario. El espíritu no le presenta visiones que él no pueda soportar. En esos años, el guerrero disfruta inmensamente su particular destino. Esperando lo único que puede esperar: la muerte. Porque el guerrero no juega con imposibles. Y lo que le consume el alma es pensar en cómo va a reaccionar él frente a la muerte. ¿Sobrevivirá? Todo se trata de ese momento único, en que el guerrero medirá sus fuerzas. A ver si es capaz de no enloquecer, de mantenerse cuerdo aun viendo gusanos místicos.

Empezamos a huir por senderos ocultos, por pequeños hundimientos en la paja que marcaban un camino, con la hechicera pisándonos evidentemente los talones.

En una parte de esa eterna huida, 2 indios me salieron al encuentro para maniatarme. Golpeé el suelo gritando la palabra guerrero para que se asustaran. En otra parte, una bestia increíble, ni pantera ni tigre ni lobo ni buey, sino más que todos ellos y eterna, me acechó. No había forma de guardarla, sabía abrir los pestillos del auto y era implacable e inmisericordiosa. Al final, desperté, y en este mundo tengo distracciones que me salvan concienzudamente. ¿Tendré razón aquí para volver?

Al cabo de unos minutos de persecución, pudimos volver adonde estaba la hechicera, temiéndole menos. Nos contestaron que la operación del rojo narcótico, al cabo de unos minutos o años, terminaba dando una extraña confianza a quienes lo portaban. El temor como que se disipa.

Más de la fragancia era necesaria para salvar a nuestro queridísimo amigo rinoceronte, que se asfixiaba y se quemaba con ácido en la habitación vecina.

lunes, febrero 05, 2007

CAMBIAR

Este poema se llama igual que la canción de la Javiera Mena...

VAMOS
Que se porte bien la otra
La loca de patio

Quiero que te vengas a vestir arriba
BBcita

La luna de mal
te hace mal
La luna de miel
te hace bien

No más que eso




Y no más que eso, un abrazo a todos los que pasan por aquí.

jueves, febrero 01, 2007

Chocolate amargo

Mi error fue hablar demasiado de lo imposible, porque, a mi modo de ver, de lo posible se sabía demasiado, y al modo de ver de Silvio igual. Lo que un poeta sabe no cuenta para nada; o tal vez sí, pero no en el sentido de lo que puede escribir en un ensayo, sino en el sentido de que su conocimiento, secreto incluso para él mismo, le ayuda a actuar. Algo así es la cosa mis chiquillos.
Empezar una nueva línea.
En este mundo no se da nada por sentado. ¿Existe lo desconocido? Tal vez no existe lo desconocido, pero tenemos que actuar como si esa duda, tremenda, no nos preocupara.
Creo que solamente así se disfruta, y así era como yo no sabía nada de esto antes de empezar a ser poeta, y ahora creo que puedo empezar desde aquí. Voy a actuar como si mis sentimientos fueran lo más importante del mundo, cuando sé que no valen nada, porque sólo así se disfruta.
“Si me ven por la calle, nadie diría que soy poeta. Pero lo increíble es que lo soy.”

TIEMPOS FELICES
La responsabilidad más grande de los tiempos felices
Es lograr que no se acaben nunca
Dudo que eso sea posible