el mundo no es los objetos
no es las calles que se ven por la ventana del bus
el mundo es nuestro monólogo interior
y éste se parece a un sweater de lana
todo entretejido
pero nosotros podemos destejerlo
destejiendo el mundo volveremos al origen
a como era en el momento de nacer
quizás haga falta más que un viaje en bus
pero lo lograremos