no hay que ser demasiado optimistas
(me lo dijo mi director de tesis)
pero yo guardo ciertas esperanzas
para el nuevo año que se viene
lo primero bajar un par de kilos
dejar de ser un alma atormentada
tomar trescientas tazas de café
al son de una noche desaforada
celebrar mi cumple como Dios manda
y terminar de perder la razón