martes, junio 22, 2010

Sueño 1 millón

Después de mucho ajetreo Jodorowsky dice algo como esto:

Salta virgilio
te estoy amenazando con un cuchillo

-y muestra el cuchillo que está bueno para descuartizar sapos o ranas

Virgilio está al borde de una ventana y entiende que Jodorowsky está haciendo todo eso por su bien, por el bien de Virgilio
Porque saltar al vacío es el mejor regalo que él mismo (que virgilio) se puede hacer.

Y salta...

Son varios pisos. Y va a caer en un piso de cemento, una zona de juego o cancha de baby en medio del patio del colegio, hay un árbol, etcétera etcétera

Virgilio saltó por su propio placer, porque sabía que la sensación de caída era increíble. Esta vez se registró en la parte posterior y alta de sus piernas, justo abajo de los glúteos, en la zona de sus testículos, toda esa parte.
Al llegar al piso de cemento se preocupó de sobrevivir, de no dejar que el impacto del impacto le deshiciera los sesos; para poder seguir experimentando todo eso.

Ya abajo volvió a salir Jodorowsky con una jarra de licor.

-Emborráchate Vincenzo
aunque sea lo más estúpido del mundo

Y virgilio (o Vincenzo*) se zampa el medio trago que chorrea por su cara y por su cuello y se emborracha en el acto. Por un instante piensa en lanzar una carcajada de locura, pero termina lanzando un gimoteo (jaja)



*aquí se entiende que su nombre no es Virgilio ni Vicenzo, sino que esos son apodos que inventa Jodorowsky jugando con la palabra virgen, porque Virgilio es virgen (vaya cosa)