viernes, marzo 31, 2017

ars poetique

Usar la poesía para hacer algo divertido
entrar en el juego de la poesía
respetar todas sus reglas
pero sacar un beneficio diferente
otro que la poesía misma
por ejemplo decir en el fondo
todos nosotros somos unos pájaros
y no podemos rascarnos la frente

o por ejemplo hacer una confesión
revelar nuestro secreto más íntimo

miércoles, marzo 29, 2017

Vos

Veo mangos
veo el fondo del mar
mis ojos cerrados son como tele alta definición
en aproximadamente dos segundos veo una planta crecer
en el interior de mis sueños
un poema
siendo escrito por una luz invisible
qué cosa en el mundo podría acaso
hacerme abrir los ojos?
Te lo pregunto a vos
A vos!

Respondí mi propia pregunta

martes, marzo 28, 2017

Nuevas consecuencias del enlace

Encuentro menos pretexto para escribir ahora que tengo novia, digamos que lo que pueda decir acá prefiero decírselo a ella. De manera que mi poesía podría interpretarse como un intento por lucirme frente a la página en blanco. Nunca obedeció a inquietudes profundas, búsquedas de la verdad sino simplemente sirvió para complementar mi vida, para burlar mi soledad de alguna forma. Quizás la verdad más profunda sea entonces que toda persona busca a otra, busca el enlace íntimo. También ofrece una medida de la calidad de una relación: si una persona cubre las necesidades que antes te proporcionaba la poesía, entonces esa persona es para ti.

Digamos entonces que la creación es un acto conjunto. En el caso de la poesía es la fusión del poeta con la página en blanco. Nadie puede crear solo. Desde un punto de vista biológico esto es cierto, nadie puede procrear por sí mismo.

lunes, marzo 27, 2017

Yo

tengo los pies bien puestos en la tierra
pero la cabeza la tengo en las estrellas
nadie en este mundo es más distraído que yo
a nadie se le olvidan las fechas como a mí
nadie borra su vida tan deliberadamente...

does that make me a bad person.


martes, marzo 14, 2017

El sueño de la historia

Si tuviera que escribir este sueño tendría que dejar de trabajar completamente. Tendría que olvidarme de mi vida, perder toda verguenza y desvincularme completamente de Manuel Marin, el que soy durante las horas en que estoy despierto. Tendría que entrar en el abismo del que vino ese sueño; creo que lo voy a hacer:

Todo transcurría en el departamento de un tío que paulatinamente pasaba a ser mi departamento. Allí llegaban gentes extrañas, todas portadoras de un extraño y a la vez irresistible encanto. No había nadie en esa fiesta cuya persona no fuera sumamente interesante, y todas lo eran por razones diferentes. Había mucha comida pero así y todo una parte de los asistentes decidía escabullirse para ir a comer alitas de pollo o colitas de camarón (no recuerdo bien) a un boliche griego. Por una razón que olvidé (hay puertas en la conciencia que se cerraron para siempre) yo tenía que salir al frío y me los encontraba allí, planificando su estrategia para dirigirse al boliche. Estaban siendo motivados por una tal Georgina, que no podía ser admitida (por otra razón que olvidé o tal vez nunca supe) en el departamento de mi tío y entonces quería a toda costa ir a ese boliche griego. Los dejé hacer, volví al departamento porque se esperaba algo de mí. Mi participación en la fiesta era crucial, pero yo me lo tomaba con total tranquilidad y humildad y eso me hacía querido. Sonaba el timbre y un repartidor traía un regalo para mí de mi tía. Ese regalo podía ser cualquier cosa y yo nuevamente salía a la calle a mirarlo. Me sorprendía constatar que se trataba de una cajita con hilo y aguja de crochet para bordar. Había una inscripción: "los mejores hombres son los que saben bordar." Entendí que se trataba de una píldora de sabiduría fememina. Visualicé en mi interior un precioso pañuelo con un bordado hecho por mí a crochet. Luego di vuelta la cajita y parece que con ello la transformé. Ahora en su interior había una hermosa lapicera (pero podía ser que por el otro lado todavía estuvieran el hilo y la aguja).
En fin, volví a la fiesta y me ocurrió algo que ahora, revisando los hechos, entiendo que sucedió antes que yo saliera a examinar mi regalo. Una de las asistentes, una amiga a la que no veía hace mucho tiempo (y que más bien era amiga de mi hermano, pero con la cual tenía una extraña complicidad) me confesaba que luego de 25 años sin coger había vuelto a ser virgen. "¿Me quieres decir," la interpelé, "que no tienes sexo hace 25 años? ¿Y no te dan ganas?" La entendí, creo, pero sobre todo me maravilló la tranqulidad con que ponía el tema sobre la mesa. Luego se desencadenaba una discusión sobre el sexo que por fin hizo que me despertara.

viernes, marzo 10, 2017

poemas de amor

yo no soy un experto ni nada
pero tampoco me atrevo a decirlo
desde la inocencia
te amo o algo por el estilo
quién soy yo para pronunciar esas palabras
para escribirlas en medio de estos versos
redundantes
alguien que cayó en la trampa
otro más que se dio cuenta
que todo no era más que una
GRAN BROMA