miércoles, febrero 17, 2016

F I N

te tengo que contar lo que soñé
pero quizás eso me obligue a cavar profundo
en las mismas entrañas de la tierra
estás advertida
soñé que estábamos en casa de mi tío Daniel
y alguien servía vino del otro costado de la mesa
esa botella danzante capturaba toda mi atención
yo no veía la mano del que la manejaba
veía sólo la botella
y de tal suerte me pareció que volaba
pero para mi desesperación pude constatar
que luego de servirle a unas tías viejas
sólo alcanzaba para una copa más
y entonces la suerte me empezó a sonreír
ese alguien se acercó a nuestro costado de la mesa
enarbolando la botella como un báculo
y preguntó si alguien se atrevía a terminarla
yo! dije yo más que rápido
y luego comprendí que no había dejado pausa suficiente
entre la oferta y la demanda
lo cual me convertía en un sujeto deplorable
yo mismo hice escarnio de mí mismo
para regocijo de mis primas que por cierto
nunca han tenido una muy buena impresión de mí
y todos reímos de buen grado
a todo esto el vino estaba exquisito
un verdadero manjar
pero lo verdaderamente exquisito vino después
cuando me contaste por teléfono que te habías teñido el pelo
y luego me lo mostraste por skype
tenías tantos colores como yo conocía
allí arriba de esa cabecita
y tu sonrisa de semi perfil permitía que una raya azul
como la de Diego cuando volvió a Boca
reluciera a través de tus rulos
en fin
fue una experiencia digna de vivirse
y el punto cúlmine del sueño por decirlo así