sábado, abril 18, 2009

Creeeer

no se puede derrotar a la muerte
no sé
se puede encarar la muerte de una vez por todas
y ver qué resulta




uno de los mitos más arraigados en nuestro tiempo es que en la muerte el alma abandona el cuerpo, sea lo que eso signifique. Comúnmente se entiende como que iniciamos un viaje más allá de toda realidad física comprobable. Es evidente que este mito lo fundaron los que contemplaban el cadáver, incapaces ellos mismos de poner fin a su propia inteligencia, tuvieron que postular por ende que ésta se iba a alguna parte mientras el cuerpo quedaba aquí. Me acuerdo que jodorwosky contaba que cuando él se suicidó en sueños, apareció instantáneamente vivo a un costado y eso se debe a que la mente no acepta su disolución.

Castaneda ha interpretado y era que no mejor que nadie las enseñanzas de don Juan al constatar que el objetivo del viejo indio yaqui era que muriéramos en esta vida. Algo tan difícil de entender dado lo que acabo de relatar más arriba, que está profundamente arraigado en nuestra mente y no damos pie atrás en eso. Para nosotros abandonar el cuerpo es una posibilidad tan real que no estamos dispuestos a desecharla por ningún motivo. La meditación trascendental que viene de la India es interpretada también de esta manera, como un "irse". La utilización de drogas también se asocia con esta capacidad sobreexplotada que tenemos de abandonar nuestro cuerpo.

Una meta sumamente alta para nosotros y por lo tanto reconfortante es la de no abandonar nuestro cuerpo en el instante de la muerte, sino que mantenerlo. Esto nos trae de inmediato a especular a propósito de la muerte simbólica, que sucede cuando cortamos lazos con el mundo y pasamos a considerar nuestra existencia como un mero azar que ya no nos apasiona. Será posible volver a reformular el concepto de la muerte a nuestro beneficio, dado que es lo único de lo que realmente estamos seguros. En el fondo se trata de transformar a la muerte en una bonanza, dado que tenemos que vivir con ella.