viernes, mayo 31, 2013

sobre la legalización del uso de marihuana con fines recreativos

me estremece pensar que algún día la marihuana será como el alcohol y en los almuerzos te ofrecerán una fumadita como quien te ofrece hoy una copita de vino. Significa que tendremos que estar un poco volados almorzando, así como ahora a veces nos curamos un poquitito en el almuerzo. Pero la marihuana es mucho más brutal, si bien el alcohol causa accidentes y todo, no es un estimulante potente de la paranoia. Yo no puedo evitar quedarme un poco pasmado cada vez que fumo porro, por lo desacostumbrado de los efectos.

A lo mejor mi problema con la marihuana es que no es legal. Si fuera legal, yo la disfrutaría mucho más, o si no fuera considerada una droga yo podría reírme más de ella. El problema es que me enseñaron a no violar la ley, y eso está mal. Si nunca hubiera sido problema fumar unos porritos delante de mi mamá, todo sería perfecto. El problema para mí fue siempre tener que ocultar que estaba volado, no podía relajarme. En cambio con el alcohol uno se relaja un poco más, solo por el hecho de que es legal, uno no se avergüenza de estar un poco cura'o en algún momento. Y si a uno se le pasa la mano con los tragos y anda loco, bueno, son cosas que pasan. En cambio cuando uno fuma mucho y le da la pálida no puede reconocerlo y reírse de eso. Hay que mantenerlo en secreto.

El día en que pueda bromear abiertamente sobre la marihuana y el día en que uno pueda decirle que no...

Uno no puede decirle que no a la marihuana porque lo toman por cerrado. Pero si uno le dice que no al alcohol una vez, bueno, se comprende, uno no quiere tomar porque después tiene que hacer algo y es mejor andar sobrio. Pero sería bacán poder decir no, ahora no quiero fumar porro porque después tengo que ir a trabajar y concentrarme.

Etcétera.