lunes, agosto 03, 2009

bye

y en medio de toda esa situación, me encontraba en la esquina (donde se juntan 2 paredes) vaciando mi vejiga con tra el ángulo que se formaba y sin ningún tipo de resquemor meaba durante 2 ó 3 minutos, vale decir un tiempo récord, y tenía ganas... no de masturbarme sino de mear iracundamente con la pija pará, y eso hacía al tiempo que reía o sonreía satisfecho con la situación.
Pero lejos de allí, estaba discutiendo con mi familia:

y ninguno me prestó ropa
tuve que prestarme ropa solo

se había desatado un conflicto que oponía a dos facciones de la familia: yo, contra todo el resto. Resulta que una señora de cabello blanco hace algún tiempo ha entrado paulatinamente a la family, haciéndose la simpática, pero yo la tengo cachada que no es nada buena gente. ¿Cómo sé esto? Porque yo también tomo pastillas. Y esta vieja se echa una pastilla a la boca cada cinco minutos, y con eso mantiene una actitud extraña. Ni más ni menos: una actitud extraña.

Bueno el caso es que mis sobrinos están cambiando, ya no son los mismos de siempre, están muy diferentes al punto que ya no los reconozco. Sé que nunca fueron mis sobrinos sino impostores pero no importa, ahora recién están mostrando su verdadera cara. Entonces yo no dí más y lancé mis acusaciones nomás contra la señora de pelo blanco, y toda la familia no tardó en aparecerse con los gritos, dimes y diretes; y resulta que mis sobrinos de mierda tomaron partido por la señora del pelo blanco, y mi sobrina favorita me decía que yo era raro, y empezaba con una imitación de una gracia que yo había hecho hace tiempo pero que no me resultó. Ahí yo hablaba como sergio freire para hacerme el gracioso y me resultaba, pero lo tremendo pasó cuando grité por quééééé, y nada en los 7 infiernos fue tan poderoso como para oponerse a mi voz que venía del centro de mi estómago lleno con comida india.