miércoles, diciembre 20, 2006

Tiempos difíciles

Hay una burbuja que flota en el vacío. Más allá, detrás de unas hojas de palma, un niño juega a fabricar pompas de jabón. En sus ojos se refleja una absoluta confianza.
Soy brujo, algo que no significa nada para el resto y todo para mí. Tengo 25 años, casi 26, y escribo como si mañana me fueran a matar. En estos mismos momentos, se desarrolla otro mundo en otro paralelo de la razón. Un brujo actúa como si esto fuera cierto.
El mundo que se abre delante de mí, mi futuro marcado por el total desapego al final, me pone los pelos de punta. Sin embargo, si actúo como si todo lo que he visto fuera cierto, como si éste fuera sólo un mundo dentro de mundos, me calmo al instante. Hago eso.
Así puedo engañar a los seres inorgánicos, seres de otra dimensión que buscan cazar la conciencia de los ensoñadores que se aventuran más allá de la segunda compuerta.