sabía que la española vivía en el último piso, le había sacado esa información, con magia, y ahora que la internet había vuelto, que todo entraba por el cable de la muerte una vez más, no hallaba pretexto para salir a la sala común en donde llegaba la wifi, en el fondo no hallaba pretexto para salir y generar un encuentro casual con la bella española, entonces lo vio todo claramente. Simple. La simpleza misma, todo lo que tenía que hacer era subir al último piso y tocar todas las puertas hasta que apareciera ella. Eso era lo que tenía que hacer "en este instante". Ahora. Fin.