viernes, enero 04, 2008

No lo haré - sería una locura

voy a seguir pasando materia porque la prueba es mañana y no he estudiado nada. soy el profesor y el alumno al mismo tiempo pero cuando me despierte no sabré cuál soy, el que me toca me toca, además por otro lado me sé las preguntas y las respuestas pero en este caso no me sirve de nada, la prueba no es de conocimientos específicos sino de agallas. Voy a quedarme estudiando en este sillón amarillo que mira al mar pero el mar está detrás de eso que llamamos horizonte. Detrás de eso que llamamos cortinas desguañangadas está la habitación-departamento en la cual convivo conmigo mismo. Ya vagamente me soporto, dejarme de lado y olvidarme de mí mismo también me aburrió. A veces aburren hasta las metafísicas más relampagueantes que parecieron al comienzo, aburren porque uno ha llegado a transformar algo único y misterioso en algo rutinario. La meditación del corazón, tan fantástica que me resultó esa tarde en que por fin me funcionó, ya no la puedo seguir haciendo más porque me la sé. hay una sola cosa que los guerreros no hacen: estancarse. No-hacer (concepto extraño, secreto, que dicho sea de paso entra con todo en la prueba de mañana), pero la prueba es más rato, a esta hora, y a este paso no llegaré hasta el final de la materia. No-hacer (reitero, extraño concepto) es un secreto que consiste en dar vuelta las cosas, para que parezcan nuevas, pero no por razones escondidas ni confusas sino porque el cuerpo lo pide, para vivir bien. No convertiré la meditación del fin en algo conocido, no lo haré - sería una locura.