miércoles, diciembre 09, 2009

kafka pero sin acentos

Me gusta hablar en otros idiomas para demostrar que no me interesa tener una lengua materna, pero es mentira, fui a mi pieza y abri el cajon y ahi tenia la lengua de mi madre embalsamada con la tecnica de las antiguas momias, entremedio de una serie de polcas y monedas de 10. La agarre y se transformo magicamente en una tira de papel que puse en mi boca por un extremo y me colgaba ; cuando hablaba, la tira de papel revoloteaba con el aire que salia de mi boca como una lengua de serpiente. Me puse a decirle al oido a Matulic que su polola se lo cagaba siempre con el edo y cosas asi. A su vez, matulic le decia las mismas cosas al mono que estaba al lado suyo y terminamos jugando poco menos que al telefono, con tan mala suerte que la polola de matulic estaba de pronto en medio de la cadena y recibiendo el mensaje al oido. La cara se le desfiguraba y yo no entendia por que, pero luego ella miro en mi direccion y la musica se apago. Todos en la fiesta me miraban porque al lado mio no habia nadie, solo estaba la puerta, ergo era yo el iniciador de ese rumor malintencionado. No me costo nada abrir la puerta y salir corriendo por el pasillo con toda la comitiva detras tratando de alcanzarme para golpearme y hacerme confesar. Al cabo de unas cuantas curvas lo lograron y me tenian reducido con la boca contra el suelo y preguntandome cosas que se suponia que eran dificiles de reconocer : fuiste tu quien invento ese rumor ? tu le dijiste eso a matulic ? sabias que la polola de matulic estaba entre la concurrencia ? yo contestaba simplemente con la verdad, pero mi tono de voz o la inflexion que ponia en las palabras hacian parecer que estaba mintiendo, pero que razones iba a tener para mentir en una cosa asi, mi culpabilidad era obvia y solo se me pedia mi confirmacion. Al fin me soltaron y pudimos volver a la fiesta entre risas, solo para comprender que nadie habia agarrado la llave y la puerta se habia cerrado. De nuevo discusiones sobre quien habia sido el ultimo en salir, incluso se me apuntaba a mi a pesar que era evidente que yo habia sido el primero. Finalmente me ofreci para sera aquel a quien se le iba a echar la culpa de todo el episodio y baje las escaleras entre abucheos. El conserje del edificio maneja como instrumental de trabajo un balde playero con un centenar de llaves en su interior. Segun el estan todas las llaves del edificio, y no hay mas que probar una por una hasta que una abra. Volvi con el tarro y eso parecio entusiasmarlos. Explique de que se trataba el asunto y lo concibieron como un juego, inmediatamente se pusieron manos a la obra y afloraron las distintas personalidades y formas de ver el problema. Me dedique a observar como trabajaban en equipo y trataban de organizarse para no probar cada llave mas de una vez. Las irian dejando al ladito mientras que los mas expertos en llaves manhosas probarian las llaves. En cada prueba probaban el funcionamiento normal y luego la respuesta sacandola un poquito, pero ninguna giraba. Media hora despues el animo no era el mismo y comenzaban a disminuir las llaves dentro del balde. Me explicaron de que manera me perseguirian, me reducirian y golpearian si ninguna llave hacia la maravilla. La ley de los grandes numeros indicaba a la media hora y cinco minutos que la llave ganadora deberia haber aparecido. Con todo, yo confiaba en que la ultima llave seria la favorecida. Cuando llegaron a la ultima llave, en lugar de apurarse para conocer luego el resultado, decidieron tomarse su tiempo y agregar suspenso al asunto. Miradas silenciosas entre todos los tenedores de la llave al momento de pasarla. Finalmente la recibio el arrodillado operador de llaves. Me miro con los labios apretados y con una amenaza ciega en los ojos. Enseguida comenzo los trabajos de testeo de la llave. La introdujo no sin antes haber mirado con un ojo por el ojo de la cerradura. La llave entro perfecto e hizo click. Nuestro experto comenzo a intentar girarla, sin exito. Luego la saco un milimetro y reintento ; la fue sacando un milimetro y reintentando hasta que en un momento dado se puso de pie y levanto un poco la puerta completa, haciendo palanca desde la llave. Yo indique el suelo, a un costado del balde : ahi habia una llave separada de todas las otras. Pregunte si era parte de las probadas, que formaban un cumulo indudable a pocos centimetros de alli. El encargado me dijo que no sabia. Decidieron que definitavemente esa llave no se habia probado. El experto abandono sus esfuerzos con la otra llave y tomo la misteriosa llave del suelo. Rapidamente intento con ella y la llave no entraba.
En ese momento saque mi carnet y mire a todos como diciendo tengo una idea. Pero vi fuego en sus miradas, sus cuerpos aumentaban de tamanho. Retrocedi involuntariamente unos pasos…