lunes, mayo 17, 2010

mononoke hime

esto es lo que pienso de la princesa mononoke, luego de empezar a verla por segunda vez (despuês de un par de agnos) e ir mâs o menos en la mitad.
Cuando Ashikata parte es la mejor parte. Va por las alturas, hay mucha montagna; abandona su pasado para siempre, gracias a la excusa perfecta: una maldiciôn que pesa sobre su vida y que se la arrebatarâ pronto.
La traducciôn al espagnol, la primera vez que la vî, me dejô frases grabadas que ahora no encuentro en la versiôn en japonês con subtîtulos en inglês (porque no sê japonês y porque la traducciôn al inglês es diferente). Estas frases son: criaturas despreciables, pronto conocerân mi ira y sufrirân como yo; y: te prometo que no te olvidarê mientras viva. La primera es el monstruo quien la dice, cuando es abatido por la flecha de ashikata, en el mero comienzo (la he debido modificar porque mi memoria ha fallado nuevamente). La segunda es dicha por ashikata cuando su hermana corre a despedirlo. En esta versiôn supe que era su hermana, y no su enamorada.
El monstruo sigue vivo en el brazo de ashikata, y es un personaje dentro de la historia. Aûn tiene voluntad y quiere vengarse de la dama de los rifles.
Bueno, no es mucho pero algo es; por lo demâs, seguir escribiendo serîa redundar en muchas cosas que son obvias cuando se ve la pelîcula. Sôlo una cosa mâs podrîa decir, o mejor dicho citar; es una frase que dice el viejo gordo de los suecos: a todos nos va a tocar (refiriêndose a la muerte).
Una reflexiôn totalmente fuera de contexto: se puede comer lo que sea, pollo cerdo o conejo, siempre y cuando uno pida permiso.

Postdata de las 10:38 de la magnana: Ashikata no ataca inmediatamente al monstruo sino que le suplica que detenga su ira. El orâculo le promete al monstruo que celebrarân ritos en el lugar en que êl cayô. Todo esto me hace pensar en una nueva (o quizâs diferente) forma de entenderse con el mundo. En fin...