lunes, febrero 11, 2008

Herpes

cuando uno es pendejo uno es mas seco y cuando crece va perdiendo la identidad, y eso se confirma al leer las criticas de cine del buen hermes, que hoy dia descubri gracias a que mi amigo edo, que está poco loco, me quiere meter en una ida al cine a ver cloverfield con una mina que nos calienta a los dos, y los dos la queremos hacer pedazos al mismo segundo, y ojalá en mitad del cuento mirarnos con el edo y cagarnos de la risa con las tulas parás, etc.
La cosa es que el buen hermes me dejó medio inspirado porque es un pendejo chico que todavía no da la pSU y se expresa la raja, tiene lo que yo me mato por conseguir: la autenticidad. Pero yo tengo un proposito y una pelá de cables que probablemente él también tiene sin saberlo, no voy a entrar en polémicas porque todos somos parejos y nuestro deber es ayudarnos. Entonces, como que ahora voy a empezar a hacer reseñas de weás (cuentos, películas, libros, weás que veo) para ver si con eso consigo ser de utilidad alguna vez, en vez de estar todo el tiempo mandándome las partes con lo seco que soy para despertar en los sueños.
El cuento que me leí hoy día mientras iba a buscar a mi mamá en metro y de vuelta fue "últimos atardeceres en la pachamama" de Chespirito y la weá es bacán, al principio parte con la frase "la situación es ésta" y con eso se nota que el loco no se levantó en todo el rato en que escribió el cuento, bajo el supuesto de que estaba acostado escribiéndolo un domingo todo pajero. De esa frase para adelante todo fluye como en un viaje de ácido en compañía de los pitufos o de pepe grillo, o algo por lo menos así de buena onda, la verdad es que el culiao utiliza descripciones exactas como para demostrar que está haciendo memoria y de que cada weá que cuenta en verdad pasó. Como por ejemplo descripciones de hasta dónde llegaban las sombras, o de los procesos mentales del protagonista que tiene nombre de una letra, como en los cuentos de Fakfa. O sea es como una recapitulación. Y a veces dice que el loco protagonista piensa y decide, cuándo se ha visto eso. Incluso uno cuando agarra vuelito puede perderse detalles sin que le importe y seguir sin entender muy bien qué pasó en un párrafo, porque los sucesos son todos como superficiales, onda como burdos y medios vacíos y medios carentes de contenido y de emoción, más o menos parecido a como es la vida real de uno mismo. Entonces como que uno sabe que no se va a perder un elemento clave del cuento por ignorar unas cuantas cosas porque el cuento no es una armazón para lograr un final culiao que a uno lo deje pagando. De hecho, el final es paupérrimo y el cuento no debería haber tenido final, yo todavía debería estar leyéndolo en el metro y de verdad me dan ganas. Hay partes bacanes que a uno lo hacen pensar como en todo el destino de uno y ponerse sensible pero por puras weás, yo tengo la teoría de que, como es una recapitulación, a uno le dan ganas de hacer una recapitulación así de un verano de uno también. Es como tan light la aproximación que se hace a la vida del pendejo, que uno cree que de verdad va a pasar algo trágico en cualquier momento, o que no sé. Además el nombre del cuento la empieza a romper de entradita y como el perico está medio muerto, dicen, uno le compra.
Como hermes le doy cuatro mil tenedores al cuentillo, que significa que se digiere bien y que no deja con gusto a poco, te lo almorzai tranquilo.