martes, mayo 20, 2008

el autoexilio

Lo increíble es haber confiado en el discurso que hablaba tan bellamente de las grandes posibilidades del hombre, como la posibilidad de desarrollar la clarividencia. La energía para utilizar la propia percepción, la propia vida de uno para sumergirse en una atmósfera y en una descripción desconocida. Ir allí. La osadía para haber tomado ácido, y para haberle tomado la mano a la nosecuantito (plan de protección de testigos). Les ofrezco la libertad, tengo la libertad, y qué tanto con la libertad. Para qué sirve. La posibilidad de elegir cualquier palabra, cualquier concatenación de palabras, y sumergirse en la experiencia que las llevó a cabo. Que las sacó. Que las hizo.