pernoctar en las afueras de la noche
canto periferico
no comulgar con nadie que no sea
el tatita que da las tabletas en la misa
el se las roba de las sacristia
y nos las vende
esas las bendijo benedicto dieciseis
y antes las habia bendecido juan pablo segundo
y otros mas
toda una linea de falsos profetologos
nosotros las llevamos en auto a una casa
alli las bañamos en acido desoxirribonucleico
o sea DNA
luego en LSD
y quedan convertidas claramente en el cuerpo de Cristo
luego las comemos bajo una tempestad
mirando hacia la playa
sentados en sendas sillas de playa
valga la redundancia de lo que acabo
de decir