viernes, agosto 31, 2012

Sueño lúcido

Una de las maneras de alcanzarlo era sosteniendo cristales de cuarzo en los dedos. La forma alargada de los cristales permitía enrollar los dedos alrededor. Enseguida, presionando suavemente los cristales, el brujo se echaba a esperar que llegara el sueño. En determinado momento, se sentía como si los cristales ya no estaban allí, y el brujo podía cerrar sus manos en puño: significaba que había entrado en la región del sueño.

Conchalí, 1996.