sábado, julio 07, 2007

date x muerto

Ayer en la noche empezaron a cambiar los puestos en sonda. Llegaba un negro y me pedía su pendrive, yo no lo tenía pero de repente apareció, en uno de los doscientos puertos USB de mi nave. La respuesta: el pendrive era tan negro que no se notaba. Su dueño partió feliz a su nuevo puesto. La cosa es que a mí me cambiaron de puesto y quedé como en una estación diminuta, un pupitre de universitario en donde no cabía mi PC y tenía un asiento al frente. Para más remate mi sillón se subía solo y no bastaba con mi peso para bajarlo. Quise pelarme un sillón que estaba solo en el puesto del frente, pero un colega buena onda se me adelantó. Le pregunté a Gabrieloski por qué lo del cambio de puestos (ahora que era mi vecino) y me contestó que así era lo más lógico porque los tótems tenían que pasar por un proceso sincrético para ser devueltos y nosotros teníamos que fabricarlos como en línea. Sin querer se me abrió una página aledaña a youtube con unos culos, y llegó el ivanoski y presionó su pelvis contra mi pantalla en un acto totalmente chistoso, tanto que hizo reír a mares a una colega que estaba dos puestos hacia mi izquierda. Yo me excusé diciendo que yo no tenía youtube. De repente nos pasaron unas pruebas ultradifíciles para medir nuestra capacidad (ah, el asunto es que estábamos bajo un nuevo tirano en la administración y ahora había que obedecerlo) y la prueba era tan maricona que la hoja de respuestas era una prueba totalmente diferente que también había que contestar, me puse a hacer el primer ejercicio y a esa hora reinaba el silencio más total en el piso, la pregunta era difícil, era de probabilidades y yo pensaba que me la sabía pero me iba a tomar tiempo contestarla, miré la hoja de respuestas y era eterna, luego di vuelta la hoja de la prueba original y había dos preguntas más, luego la di vuelta de nuevo y la pregunta que yo supuestamente me sabía había cambiado, ya no se trataba de perros sino de azafatas extremadamente jot, más encima todo lo que yo había hecho hasta el momento era anotar la fracción tres cuartos. Me empecé a marear y escuché la voz del nuevo tirano (que era un jerarca y una reconocida eminencia en los asuntos de nuestra empresa) que decía que obviamente iba a ser mucho más lo que dejáramos sin contestar que lo otro, yo me tranquilicé pensando que ya estaba todo perdido (date x muerto) y que tenía tiempo de ir al baño. En la puerta del salón miré hacia dentro del salón y casi dije “voy al baño”. Luego salí sin decir nada y me puse a correr por el pasillo, como alma que lleva el diaulo. Esto duró toda la semana. Al otro lunes me hicieron pasar a una habitación blanca para comenzar a examinar mis resultados. Yo ya salí de la universidad, reclamaba, pero una secretaria en su menú inicio tenía todos los archivos de mi supuesta salida y se veía que estaban incompletos. O sea, yo era un fraude, y para peor un fraude más o menos conocido dentro de la universidad. Mi jefe en ese momento me preguntó si yo había hecho mis deberes de la semana y me pasó un papel, yo lo di vuelta y me encontré con que era la primera hoja de mi prueba, lógicamente estaba todo malo. Entonces me rebelé. Le miré el nombre a la hoja y decía Jaime Maldonado. “Aquí dice Jaime Maldonado”, le dije a mi jefe y lo pesqué por la corbata. “Me ha estado engañando toda la semana”. Enseguida mi jefe se quiso transformar de una forma barata en mi ex-jefe, que siempre me ha dado miedo porque es grande y siempre que hablábamos él estaba de pie y yo sentado. No se lo permití (la transformación) y le volví a decir “me ha estado engañando toda la semana”. Yo tenía la guata dura y era lo que se llama un guerrero inmaterial