jueves, julio 05, 2007

Salto Occidental

La vertiginosa felicidad de un brujo nace de tener algo de uno en qué confiar. Las otras personas no tienen algo de sí en qué confiar, y creen en ilusiones y eso da una pena increíble, o mucha risa. Así dicen.

Vivir como guerrero es lograr que la muerte sea algo transversal a todas las etapas del viaje único de la vida.

La vertiginosa confianza comienza cuando uno constata que en el interior de uno mismo hay una llave a infinitos planetas. Uno descubre que la exquisita facultad que tiene este mundo, de hacernos sentir que estamos en un universo real, y que verdaderamente podemos morir aquí, no es suya exclusivamente.

El ensueño no es un escape, puesto que la muerte sigue cazándonos. En todo este rato no ha parado.

La idea de la muerte nos hace decir la cantidad justa de palabras.

La idea es que en este sueño puedo morir (es usar la muerte para lograr algo).