lunes, marzo 03, 2008

Sueño 3

Todos los problemas se solucionan cuando uno abandona la compulsión de percibir el mundo. Mi amigo carlober está pensando en este segundo en qué va hacer a la tarde, porque la verdad es que su organismo no es capaz de dejar de percibir el universo ni por un instante. A veces, cuando despierto en la noche abro los ojos para saber si el mundo sigue allí o desapareció, algo que no debería importarme creo yo.

Anoche sin querer, un segundo estaba en santiago y el siguiente estaba en Temuco tocando guitarra; creaba mis propias composiciones. Conocía algunas notas, pero alguno que otro dedo no me respondía; no era necesario, porque mi corazón sabía que esos dedos imperfectos eran lo maestro en ese instante para cantar. Más tarde estaba en un estacionamiento cualquiera, hablando con un viejo. Una fuerza que no sé definir me trajo de vuelta a mi departamento y luego otra fuerza que querré definir como piratería me puso en el estacionamiento nuevamente. Con el viejo se dio el siguiente diálogo:

¿Usted es un guerrero?

Mucho más que eso.

¿Un ser inorgánico?

En eso el viejo puso los ojos turnios.

Le iba a empezar a decir con vehemencia que si él era un ser inorgánico no teníamos nada más que hablar. Pero lo dejé que hablara él. El viejo dijo:

Yo también he oído hablar del mundo de los seres inorgánicos.

En ese momento yo me alejé unos cuatro pasos. Dije:

¿Y?

¡Nos quedaremos aquí para siempre!

¡No! ¡Nunca!

Ahí yo sentí que el que gritaba era uno que estaba medio dormitando en mi cama. Y era yo. Hoy en la ducha me cagaba de la risa recordando esto.