sábado, abril 05, 2008

My lung

Ciencia mi pequeño aprendiz.

Cortó unas hojas y las puso en formación indecorosa. Por su voz sonaban unas glándulas que decían:
Basta! Esto no es conducente!
Patrañas, señalaba tímidamente la misma voz.
Vamos a medir el tamaño de nuestra alma, dijo tras un instante de silencio. Por fin, pensé yo, una declaración más estúpida que las otras dos.
Me dejé caer por el abismo de rocas y aterricé en el agua donde chapoteaba mi fiel progenitor. Las olas eran suaves y su dicha desproporcionada, la mía se fue saliendo poco a poco de órbita. Al rato ya no me reconocía.
Los antiguos pascuenses nadaban aquí para evitar las malas sombras. Resulta que la ciencia de estos tipos era, como ya te he dicho cientos de veces, ultra bacán. Esa es la ciencia que nosotros vinimos a practicar hoy.
Pensaba que veníamos a profanar moais.
No, los moais no nos interesan.
Su declaración me pareció interesante.
Verás, la primera verificación consiste en alcanzar el silencio por una fracción de segundo. Con eso sabremos que “Don Peter” está aquí.
Por una milésima de segundo sentí que dejaba de pensar y no me importaba.
La palabra ‘mundo’ es muy interesante. En realidad, cualquier palabra es sumamente interesante por cuanto las pronunciamos sin ninguna elucidación.