martes, enero 13, 2009

El cumpleaños feliz (verdadera obra maestra)

Suele ocurrir eso
Colocarse una máscara de fuego
Esconderse detrás de la cortina
Y aparecer justo en el momento
Del cumpleaños feliz
Es un sueño que utilizo para mí


Tengo toda la energía repartida en un desorden de personajes similar al desorden de ropa y cosas que hay en mi pieza y en toda mi casa. Sin embargo, logro rescatar los siguientes personajes clave:

La mujer fantasía: una mujer contra la cual siempre estoy luchando para no caer en sus redes y tendiéndole mis propias trampas para hacerla fallar.
La mujer guía: otra mujer que no me importa mayormente y la cual siente por mí una especie de amadrinamiento, me tira su buena onda y me apoya gratuitamente.
La mujer amiga de la mujer fantasía: una que está siempre junto a la mujer fantasía e interactúa de un modo indirecto pero injerente al fin.
La otra amiga de la mujer fantasía: una tercera que es amiga de las otras dos y que tiene una participación poco definida.
El tío: un viejo que está dando vueltas.
El niño: un cabro chico con el cual converso las cosas serias de la vida.
El hombre escudo: un hombre que está más inmerso que yo en todos los juegos en los que yo participo y detrás del cual puedo escudarme para pasar desapercibido y únicamente observar sin ser interrogado.

Si se quiere saber quién soy únicamente se debe consultar a estos 6 ó 7 personajes, ellos saben todo. Pero mi vida es más que ese juego de ajedrez real, claro que yo no tengo idea de esa segunda dimensión peculiar. Para vivir sólo tengo que repetir todas mis interacciones una y otra vez, día tras día, y buscar entre la naturaleza y entre la sociedad a estos personajes en cualquier parte a la que vaya. Cuando los tengo a los 7 ya no puedo pedir más y mi vida es plena, cuando no los tengo mi vida se transforma en una cosa difusa de la cual no quiero ni puedo hablar. Pero todo se trata de desaparecer en este drama de 7 u 8 personajes incluido yo.