viernes, enero 09, 2009

no ce acepta ni en un rinconcito... a muerte

ya no puedo escribir una palabra más
he descubierto la verdad
la poesía pierde a uno de sus pupilos
ya no seguirán lucrando conmigo
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la verdad no es como te la pintan y eso lo supe cuando iba camino al consejo nacional de televisión. No sabía bien qué iba a decir, estaba preocupado por eso y más aun, me dejaba atormentar por la duda. Intentaba dejarme ir entre los cúmulos y equivocar al propio el camino para sentirme libre de aquel pesado plan. Al fin, enrielé por la costanera y los otros autos y yo parecíamos inamovibles, sólo la tierra se movía tal como lo dedujo pancho worner. Sorpresivamente lo vi durmiendo al lado mío, con la mano en sus genitales y la otra atrapada dentro de la guantera. Bajé la ventana con el botón automático para que le llegara todo el viento en el rostro y supiera despertar antes que tocáramos tierra. Nos bajamos en las oficinas del consejo nacional y presentamos nuestras credenciales en la garita. Pancho parecía no poder creer la situación que estaba viviendo. A medida que avanzamos por el pasillo comenzó a soltar frases cada vez más asertivas, se podía notar su paso de lo onírico a la vigilia. Cuando estábamos frente a la puerta de la sala pancho ya era el demonio que ostentaba ser generalmente. Al entrar todos nos miraron pero yo descansé en el hecho de tener conmigo a un pancho fresco, listo para morder. Nos sentamos y comenzó la serie de comentarios desagradables respecto a mi persona y a la vestimenta del buen pancho, el cual llevaba su camisa desabotonada y asomando en su barriga inflada, parte de una leyenda escrita con aerosol. Allí rezaba: yoga for freedom, y leerla en la panza de pancho era una arbitrariedad gigantesca. Obviando aquel pequeño detalle me recosté suavemente en la silla y observé:
nadie te puede decir la verdad, nadie la sabe: el comando del águila es "recapitulen sus vidas" o sea "vean ustedes" o sea "yo solamente cumplo con entregar la conciencia" o sea "para que ustedes vivan este proceso" o sea "para que la ocupen en este devenir instantáneo de acontecimientos" o sea "este río místico de experiencias con el que me pillé" o sea "en el que descubrí que podía tirar mis peones a ver algo" por tanto "no crean que existe una verdad la cual yo domino" coma "no hay más respuestas que las que ustedes puedan encontrar en su propia vida"... ése es el comando del águila.

todos los movimientos del acecho (los movimientos corporales del acecho) que deben ser intentados a toda costa se logran también mirando con los ojos a lo más lejano. los movimientos del acecho delatan una indiferencia y un desapego drástico con la propia persona, con lo estrictamente personal, son movimientos de total soltura en un ambiente opresivo.