lunes, julio 20, 2009

ese viernes me prepare para que mi adorada hermanita (y lo digo sin ironia) me fuera a ushcar y nos fueramos en auto a la Bretagne. Cuando llego me saludo y yo la salude, pero resulta que ella no tiene implementado el saludo siempre afectuoso, sino que saluda segun su estado de animo solamente. Picoteamos frente al refrigerador mientras nos contabamos cosas y despues ella me dijo que faltaba como una hora para que nos fueramos en el auto y por mientras yo me fui a ver unos capitulos repetidos de friends con mi otro hermano, mientras el le daba el bajo a una fanta con sabor. Luego el Gabi (que asi se llama mi hermano) jugo un rato GTA y despues con mi hermana (Esther) nos fuimos en el auto hacia la Gare de Lyon conversando de cosas intrascendentes y luego de la vida, aunque hablar de la vida no sea mas que hablar de las respectivas personalidades de cada uno, la cara superflua y no el tremendo secreto.
Al final salieron anecdotas de ella al volante y su forma de contarlas o mejor dicho su cara me provocaron una ternura que supe hacer explotar en risas con espasmos un tanto intencionados. Me contaba errores tontos de parte de ella con la gracia que se puede esperar de una persona que se rie de si misma para hacer reir a otros. Luego vimos que Laurie se aproximaba (yo habia ido a mirar el nombre de la calle en donde estabamos estacionados para decirsela a Laurie por celular) y cuando me saludo me miro a la cara unos instantes, sin decirme nada, solamente como viendome con su espectacular sonrisa. Luego sacaron unos cigarros ella y mi hermana y se pusieron a conversar de un desaire que le habian hecho a una amigaa de ambas con irse a la Bretagne, ya que la amiga de ambas tenia una fiesta y la habia reprogramado para ese fin de semana a pedido expreso de mi hermana y Laurie, que luego desertaron. En fin, pronto llegaron Edouard y Clemence (hermanos) y nos subimos en el auto y pusimos el GPS y nos comimos unas golosinas que habia traido Edouard y su hermana y manejamos hasta la Bretagne (o hasta una parada y de ahi a otra y otra y de ahi hasta la Bretagne).
Lo primero que vimos cuando llegamos alla fue un gato que se desperto con nuestros pasos y froto su cabeza contra mi muslo cuando me le acerque. Era la casa de los papas de Edouard y de Clemence en la Bretagne, pero pronto nos acostamos porque ya era tarde y al otro dia despertamos y bajamos a conocer al resto de la familia, el padre, un ex marino sonriente y afable que no tenia problemas en que yo fuera vegetariano o hablara poco el frances, la madre una mujer de las que estremecerían a Silvio, una hermana mas chica que Edouard y que Clemence, Apolline, sarcastica y de la sonrisa mas bella imaginable, que cuando nos topabamos en algun paseo en uno u otro sentido entre la casa y el patio, llevando o trayendo cosas del almuerzo o de la cena o de lo que fuera, me saludaba otra vez con esa super sonrisa. Y finalmente, el pequeno Brouille (nunca supe entender bien su nombre) una version en miniatura del propio Edouard, al que todos amaban y besaban en cada oportunidad y al que hacian callar tambien en cada oportunidad. Comimos langosta (yo no comi) o cangrejo y camarones y yo no comia nada de eso y creo que luego dormimos siesta; cuando desperte con voces en el piso de abajo baje y estaban hablando de los problemas emocionales de Edouard y todos opinaban y querian saber y Edouard no se molestaba en contar. Resulta que Edouard estaba en pareja con una chiquilla de nombre Noemi a la cual yo conoci la primera noche que sali en Paris a ese bar de rugbistas y baile con ella. Pero habia problemas o falta de compromiso en la relacion los que atormentaban a nuestro buen amigo Edouard. Las chicas hacian chistes con su buen sabido manejo en el tipo de conversaciones que estabamos llevando (y quiza la razon de que hablaramos de ello era precisamente la ventaja numerica femenina y por eso no hablabamos de pesca o caza).
Esa noche salimos a Carnac y nos llovio y fue terrible porque queriamos estar en la arena. En el auto camino hacia alla senti lo que pocas veces se siente y que se parece a una felicidad grauita y a la simpleza y tal vez a la libertad. Con una sonrisa cuando me baje vi que todos estabamos mas o menos en las mismas. Caminamos comentando lo bueno que era todo lo que encontrabamos a nuestro paso y estaba lleno de jovenes buscando la diversion de alguna manera o buscando algo que ellos no sabian o de lo que al menos no podian hablar. Nos paramos en un bar y alli Laurie se encontro con 2 antiguos companeros de universidad y agrandamos el grupo. Uno era Benjamin, un tipo enamorado hasta lo mas dramatico de cada chica linda en el mundo...