domingo, junio 15, 2008

hasta cuándo con lo mismo, señora bachelet

siento a veces que todo lo que sé debería plasmarlo en mis actos y no en letras, que el control que poseo debería dedicarse a darle jugo a otra gente, para que se entretuvieran mirando, o por otro lado como lo hago siempre tratar de no hacer sentir mal a la gente con mi presencia. Es extraño que yo tome una opción tan densa y tan pesada para coexistir con la gente, pero, como se dice dulcemente, en estas cosas no hay mejor ni peor alternativa que la propia. No debemos dedicarnos a fabricar nuestra personalidad sino tomar cualquiera que tengamos ya fabricada y aplicarla, todo es un asunto de aplicar las cosas perentoriamente, de no apurarse pero ese no apurarse es una aplicación también de una técnica y debe aplicarse enseguida, todo lo que tenemos debe aplicarse enseguida. por otro lado no debemos ponerle tanto énfasis al asunto de que estamos aplicando una técnica para sobrevivir o para relacionarnos y caer bien, uno pierde el empuje por pensar en la técnica y todo debe hacerse de manera maestra. Uno debe convencerse de que no está haciendo lo que cree que está haciendo, y de esta forma actuar livianamente, sin que le parezca forzado a los demás. Esta es la quintescencia del estilo de don juan, actuar sin creer. todo contribuye a reducir la presión sobre nuestras vidas y a poder partir de este universo en paz, cachense lo que estoy diciendo. o sea que mientras tengamos las miradas duramente puestas en todo lo que hacemos no podremos salir de acá en forma maestra. nuestros ojos deben mirar hacia la esquina del techo mientras hablamos de nuestros problemas y de nuestra humillaciones en los locales más terribles. Los ojos se van a donde no estamos nosotros para ver al resto del universo y por último para ver el destino verdadero de cada uno, que no es estar en la cabecera de una mesa contando una historia. es ridículo que nos concentremos tanto en los detalles de nuestro personaje.
Nunca es bueno ponerse a hacer nada, a menos que sea con un ojo en el infinito, porque hacer las cosas con tanto ahínco cansa. Y el cansancio genera dolor y agresividad y cada uno de nosotros sabe eso. cuando uno se pone a interactuar con un estilo fijo, algo dentro de uno sufre porque lo están obligando a hacer una cosa que no quiere. Es como pega, como cadenas en lugar de alas. Cuando uno juega a la pelota no hace todo el rato lo mismo, sino que cambia continuamente la jugada. Quizás la técnica de técnicas sea cambiar, o no estancarse. Hay cosas que son de la partida y que nosotros ingenuamente creemos que son del final, por ejemplo no estancarse lo podríamos considerar un resultado o algo que pasará fortuitamente, de pasar. Pero no estancarse es un principio y apenas lo pensamos lo estamos aplicando y fructificará sin duda. Lo mismo que ser impecable es algo que uno logra apenas empieza a pensarlo, y se puede verdaderamente hacer algo tan abstracto como ser impecable en los actos. Yo pienso que todo lo que he estado haciendo este tiempo me ha resultado bien, y que todo lo que tengo que hacer de aquí en adelante es simplemente seguir haciendo las cosas bien. Hoy no veo más alternativa ni más dificultad que eso, que respaldar mis decisiones como si estuvieran bien tomadas. la verdad es que me han llevado a un elevado nivel de conciencia y eso me tiene satisfecho. Sin embargo una y otra vez caigo en la manía de tener la razón, y vuelvo a creer estúpidamente que las puertas son puertas, y que las cosas se hacen de un modo más o menos mecánico. La mecanicidad del mundo es sólo una ilusión y una manera de entender las cosas, una forma que le damos a las cosas y no debe ser cierta en los horizontes lejanos que uno puede experimentar. por ejemplo me doy a mis sueños con una seguridad absurda en aplicar palanca para que ocurran las cosas. Los caminos del soñar están establecidos y uno sólo debe recorrer el sendero, esperar y las cosas pasarán, sin embargo yo tengo prisa y quiero gatillar las cosas con mi mente. absurdo. es el cuerpo quien abre las avenidas para que todo el viento del más allá entre y te cambie. y el cuerpo tiene su proceso separado que no se puede explicar o no se quiere explicar. la única ayuda que uno puede brindar es oirlo y actuar.
a veces, cuando hablo con una persona, o cuando la escucho más bien, pienso en todo lo que tuvo que pasar para estar hablando conmigo en ese minuto, y pienso en cómo han ido las cosas para ella en ese día, en cómo se ha ido sintiendo a lo largo del día y en lo que finalmente quiere comunicar. Ver a la otra gente es una de las mejores formas de aprender.