lunes, enero 02, 2012



allí en el jardín de mi casa
que fue vendida en 1980
bajo una lluvia inclemente
que convirtió el jardín en mar
comprendí que el tarot
no era un lenguaje de símbolos
como habíamos supuesto con Alejandro
sino un verdadero relicario de sucesos
y que esos eran dibujos de la realidad
alguien había levantado la lámpara
alguien se había ido con un bulto
alguien había esperado algo sentada
eran imágenes reales
allí decidí que algo debia cambiarse
en la terapia que estábamos proponiendo

continuará...