jueves, febrero 07, 2013

6 de febrero de 2013

Hoy pasó lo que tenía que pasar, es decir nada. Espero que mi vida se ponga un poco más interesante, de lo contrario este diario no valdrá un veinte. O en realidad, que pase lo que tenga que pasar, no más, no importa si este diario no vale un veinte.

El mensaje de Juliette lo volví a escuchar una vez más, no más, en la tarde, cuando ya no tenía nada más que hacer, y luego lo borré. Ella propone que nos veamos esta semana, pero yo tengo todo a mi favor porque mañana me voy a Barcelona y luego a Madrid y no vuelvo hasta el lunes. Entonces tengo la excusa perfecta para ignorarla por unos buenos cinco días. Espero que ella se esté arrepintiendo de haber dejado ese mensaje y de tener que esperar mi llamado. Aunque por otro lado, cuando estamos en el ensayo de teatro, su teléfono suena a cada rato y no creo que ella sea de las personas que se aburren. Aunque yo secreta y estúpidamente pienso que conmigo puede ser diferente. Ella tiene un novio, qué idioteces estoy diciendo.

Terminé el guión de Hollywood y cada vez que lo leo encuentro partes débiles, otras partes están más o menos buenas, en fin, estoy viendo las películas de Woody Allen que tenía en el computador "por si acaso" y el loco realmente está en otro nivel. Escribí un par de poemas, no están tan malos, controlé la métrica esta vez, algo que no hago a menudo, todos los versos tienen entre diez y once sílabas.

No hablo con nadie, no veo a nadie, solo me siento en mi computador a leer, a escuchar música y -lo más importante- a escribir, esto es lo que Woody Allen haría si tuviera la elección, lo dijo en una entrevista. Brillo, aunque nada más sea para mí. Esto me parece un peligro y un error garrafal.

Los Detectives Salvajes debe ser el mejor libro de todos los tiempos, la pluma de Bolaño es sensacional, poeta Marin Montecinos tiene la misma métrica que poeta García Madero y como corolario de todo esto, yo estoy poniendo comas en donde antes habría puesto puntos. El personaje de Quim Font tiene una voz muy distinta a la del narrador (García Madero) y supongo que Bolaño dejaba que coexistieran muchos fantasmas (muchas voces) dentro de él.

Bolaño y Woody Allen, maestros. Y la metempsicosis, sigue trayendo un significado profundo a la existencia.

De manera que no todo está tan mál, aunque sigo creyendo que a mi vida le falta algo importantísimo.