miércoles, octubre 11, 2006

2006: Aquí comienza una era.

Claves creativas número dos:

Brujería: el arte de equilibrar la vida y la muerte.

Ahorro de energía: que la mente no se dé cuenta de que vive y piensa. Suprimir los momentos de tensión. En la conversación, no esperar ni dar el turno.

Antipoesía: Nicanor Parra: encontrar el punto donde la poesía occidental (bicho raro) equivocó el camino. Manuel Marín: encontrar el punto donde yo (bicho real) equivoqué el camino. Se junta con el bicho de la recapitulación. Mi antipoesía será a partir de lo que es mi poesía actual. ¿Por qué me aburre leer mis poesías? Cuando chico yo escribía bien. Recuperar esa escritura juvenil, espontánea. Imaginar cuál es mi energía original.

Yoga: equilibrio entre el cuerpo energético y el cuerpo físico.

Otros equilibrios: equilibrio entre humildad y elegancia. Entre lo conocido y lo desconocido. Entre el acecho y el ensueño.

A veces: a veces, un guerrero se permite gastos de energía. Gastar energía es romper uno de los tantos equilibrios. Lo hace para dar jugo.

Acecho: reconocer una realidad. Fijar el punto de encaje. Estar aquí. Ser esclavo del espíritu.

Ensueño: quedarse dormido intencionalmente. Esto se hace quedándose dormido normalmente, pensando cualquier cosa. En determinado momento, se invoca una energía misteriosa pero conocida, para darle personalidad a un pensamiento azaroso, casi onírico. Es posible, se ha hecho muchas veces. Sólo se necesita energía.

Hacer poesía: estudiar el verso endecasílabo. Contar las sílabas con los dedos de la mano, golpeando el muslo o la mesa. Buscar expresiones jugosas y recordarlas. Recapitular y volver al vocabulario antiguo que se usó alguna vez. O bien, hablar de momentos antiguos con la voz de hoy.

Hacer yoga: estirar la columna. Pensar que el cuerpo energético es la columna, desde el cóccix hasta la coronilla, y el resto todo descartable. Respiración abdominal. Torciones. Pensar que uno es un ser inorgánico. Ver la esencia inorgánica del mundo. Relajar el pecho, el abdomen y la garganta. Y relajar todos los músculos del cuerpo. Ser feliz. Criatura rodeada por el infinito. Mover los ojos suavemente.

Hacer brujería: es lo máximo. No se puede poner en palabras.