domingo, enero 24, 2010

todo lo que se de el lujo de nacer

venía caminando por la cuneta medio ladeado, metiendo las patas al barro y chocando contra los botes de basura cuando un perro me asustó. Salté al otro lado de la calle y me perdí porque sólo me sabía el camino por la vereda por donde me venía. Observé al perro detenidamente. El también me observaba. Me pregunté hasta dónde tenía facultades humanas de observación, qué estaría pensando. Pasaban tantos autos que no podía cruzar, a menos que me volviera inmaterial por un instante. Ni siquiera hacía el intento de cruzar imprudentemente y ya me tocaban la bocina. Un auto se detuvo frente a mí y se bajó una rubia en un vestido rojo. Me preguntó qué hacía yo ahí. Yo le dije que nada. Me dijo que por qué no cruzaba la calle de una vez, que estaba enervando a todos. No dije nada, miré el vacío. Había un cerro cubierto de nubes y creí ver un puma entre los árboles. Le dije a la rubia que estaba buscando mi mejor momento y ella me miró de arriba abajo. Luego me miró a los ojos, pero yo seguía preocupado por el puma. En un momento fue evidente que el puma se movía de árbol en árbol, preparando su emboscada. Para saltar hacia nosotros tenía que saltar (valga la redundancia) por encima de los techos de varias casas. El cerro no estaba cerca. La bruma se comenzaba a retirar y los tibios rayos del sol derretían el hielo que había congelado unos espinos. Un caracol había sido congelado también y fue impresionante verlo volver a la acción, como walt disney. La rubia dijo que en todo este tiempo el caracol no supo que estaba congelado. Bajó por el tallo del espino y tocó el suelo. Parecía decidido a cruzar la calle. Con la rubia lo miramos largo rato. El perro también parecía interesado en el devenir del caracol. Lo mismo el puma. En un momento erl caracol se detuvo. Sus antenas se movían en una y otra dirección, luego se echó andar. El primer auto que pasó lo hizo añicos. Luego ese auto se estrelló contra el auto de la rubia. El perro se puso a ladrar. Parecía que el puma hubiera estado esperando eso para atacar.