viernes, junio 08, 2007

Manu se coloca el traje de Nostradamus

Hace algún tiempo escuché una conversación de pasillo en que se decía que estábamos pasando a la era de acuario, que todo se iba a colocar más abstracto, la Internet y sus mentiras. Quizás desaparezcan algunos recorridos avionísticos (rutas aéreas) y aparezcan nuevas ventanas, tipo páginas Web.

No me acuerdo bien dónde escuché la mencionada conversación, quizás no fue tan de pasillo, quizás fue en una página de Internet y yo la asimilé como algo que había oído mi oreja (mi oído). Quizás cuando leo blogs, hago que mi experiencia se parezca a estar escuchando de verdad a una persona, tengo mente (fantasmas) para generar algo así.

En resumen, quizá todos los efectos se transporten o asocien a nuevas causas. Lo que antes era la causa para un capricorniano, ya no va a ser necesariamente la causa para un acuariano y va a tender a desaparecer, la realidad va a ir tendiendo a desaparecer. Aparecerá una nueva realidad más acuario, más de impulso, más de diálogo que pueda ocurrir en la mente, como esas conversaciones en que estúpidamente nos metemos con nosotros mismos, en que conquistamos a la chica que queremos, pero no tan chanta.

Esto tiene alcances más profundos. El mundo que se construyó en la era anterior, o mejor dicho el proceso mismo de descubrimiento en cuanto tal, tiene características marcadamente capricornianas, como ser la exploración espacial, las expediciones marítimas, una cosa más bien fáctica. Para los acuarios, la exploración consiste en sondear las posibilidades más sutiles, las fuentes de energía, los cambios de viento, de época. Los descubrimientos en estos años van a tener características diferentes. La ciencia ya no será tan objetiva, o terráquea, va a ser más indisciplinada como el viento, y los descubrimientos que se hagan también van a tener que ser aceptados por todos. Va a haber más esperanza, como es clásico en los acuarianos. La esperanza va a ser algo tan clásico como mirarle el culo a una mina.

De todos modos lo que a mí más me estimula es la posibilidad de que desaparezcan pedazos de la tierra que hasta ahora son considerados como reales. Que algún témpano de la antártida caiga como en un agujero negro y ya no se tenga más acceso a esa parte, que una pirámide o algún tipo de ave ya no sea más contemplada por el consenso y entonces desaparezca de la faz de la tierra. En suma, me estimula la idea de que el mundo entero se mueva a una diferente clase de realidad. Que se armen nuevas figuras como el contacto en la Internet, y que todos las consideren reales o que las manipulen como si para ellos fueran la realidad misma. Que cambie nuestra percepción del tiempo, y del espacio, que cambien nuestras nociones más básicas, sin que nos demos cuenta.

Menos conversaciones y más e-mail, todo directo a la neurona sin tener que pasar por las avenidas clásicas, el cigarro en el balcón, o las fiestas de gala de los años 30, o las comidas familiares. Hoy en día la mente está relegada a un rol menor, su función es dialogar consigo misma, haciendo uso de un lenguaje ficticio, para luego volcar ese diálogo en la supuesta realidad, no imagina nada ni se deja fluir en lo fantástico.

Ya no habrá más viajes a la luna ni nada. Serán reemplazados por sexo virtual, excursiones a lo fantástico haciendo uso de drogas alucinógenas o de técnicas para examinar el contenido de los sueños.

Se respetará más lo que para el individuo es real, ya no habrá tanta corroboración o verificación con métodos antiguos. Se conquistará a través de la magia, de los juegos mentales, y se hablará normalmente de cosas como el viento que se agita en los sueños. Los ojos de la gente se volverán un poco más brillantes, sin necesidad de gotas para los ojos o de la ingesta de alcohol. Todo estará contaminado por el optimismo. Ya no intentaremos construir tantos edificios y casas, tantas familias e instituciones fiduciarias que se quedan acá. Estaremos más preocupados de construir nuestra persona, y de llevarla más allá de lo que nunca pudimos imaginar.

Esto tiene sus pros y sus contras.