viernes, julio 11, 2008

La Parabólica

Todo es un asunto de no dejarse arrastrar, por interpretaciones, muchas veces siniestras, que nada tienen que ver con la verdad más pura, que tienen que ver sólo con la manera de ir al baño o de ir por la calle. Ya el solo hecho de vestirme es firmar un acuerdo importantísimo, el hecho de salir a la calle con las ropas que se venden en las tiendas nos ahorra un montón de dudas, de especulaciones tremendas antes de contestar, o de saludar, o de mirarse a los ojos. Cuando miro a la naty sé que ella es como yo por las ropas que lleva vestidas, es una cosa de saltarse miles de años de evolución, de no empezar desde cero de nuevo. Yo quisiera empezar de cero, quisiera empezar con la madeja desordenada, quisiera ver por pirmera vez las curvas de una mujer; eslabones de hombres lo han visto antes y me lo depositaron en mi memoria; si todos ellos fueron capaces de reproducirse y de dar origen a un individuo como yo, significa que estaban involucrados en algo, que estaban de acuerdo. Importantísimos acuerdos que no nos llevan a nada. Estoy viendo a ese chimpancé que milenios atrás tomó una decisión que me involucraba.