martes, septiembre 16, 2008

Sorpresa

me acuerdo, con estos dìas de sol, de estos mismos meses del 2007, en ananda marga cuando hacíamos empanadas, estaba el adytia, caleta de jente que parecía potrero y a mí me asustaba, parecía potrero lleno de vacas y camellos, la cocina llena de los personajes precisos, necesarios, pura gente que uno no conoce y que se reconoce por la buena onda, tratando de hacer amigos como un cabro chico. Hoy no espero que nada de eso se repita, pero es una sensación como de la piel, algo así como que el sol pega ahí y trae las memorias como agua que corre bajo el sauzal. Me desayuno con esta posibilidad de traer recuerdos sólo con el tipo de día, pero ya es una sensación tan conocida, pasa hasta en los días de lluvia que este año hubo pocos, tengo el recuerdo de días que traen recuerdos, recuerdos de recuerdos. Sentiría nostalgia si no fuera porque soy uno más, de varios, y a nadie le importa lo que yo siento, salvo a algunos que también están en las mismas que yo. A nadie le importa lo que sienten aquellos a quienes les importa lo que yo siento.

bueno pero la primavera se viene con todo, en 1810 se juntaron en esta fecha porque el clima estaba preciso para hacer una juntación y para mí que la primera juntación jue tomatera (mientras en uropa estaban empezando a cagarse de frío, según entiendo (já!)). Uno empieza a ver piel de chiquilla en la calle y eso es poquitito menos que sobrenatural, pero esta es como la reflexión típica del macho santiaguino en esta época. Lo que a mí me importa es algo de lo que ya no puedo escribir porque se me fue la sensación recién. Hoy como que ha ido y ha venido en el transcurso de la mañana y es lo mejor cuando vuelve, es como estar transportado de vuelta por ejemplo al parque forestal, donde teníamos el puesto. Me encontré con la ala y la verdad es que me sentía lanzao (dije lanzao, no lanza) sólo por el día, los arbolitos y anda tú a saber qué más. Fuimos con la ale a esperar a la angelito y como se visten esas minas, es una cosa que da gusto y susto al mismo tiempo. Y uno tratando de mostrar algo, alguna iniciativa o alguna personalidad, pero totalmente desacostumbrado a esas lides, igual andando en modo jote. Y como encontrándose con gente que uno no conoce y saludando de beso y de mano respectivamente a todos, con onda, como si fuera lo más natural, eso es como lo más lindo del planeta. Conocer gente es como el desafío más pulento que uno puede encontrar acá.

hoy como que tengo ganas de ser más amistoso, algo que hasta ayer me importaba un comino la verdad, estaba preocupado de darle el palo al gato del camino de niebla. Pero hoy como que quiero alcanzar esa modalidad habladora, espontánea de las minas. Esa sensación como de estar siendo alguien diferente, de no reconocerse, es bacán, el año pasado me pasaba eso. Estaba metido hasta las cachas en una situación que para mí no era la típica, pero tenía que aperrar igual.

bueno para redondear porque ya ha pasado como media hora desde el último párrafo, hoy me siento feliz porque además creo que puedo hacer lo que quiera, transformarme y ser otra persona de un momento a otro, no me achaco con lo pasado y no me tengo ese respeto de antes, de que todo lo tengo que hacer de una forma especial. El otro día fui a hablar con la ala después de no sé cuánto tiempo, como 2 meses y di puro jugo, no sabía de qué hablar, más encima le dije que no hiciéramos clase y todo con una modalidad que hacía que la ala me preguntara ¿estay bien? ¿qué te pasó?, y al final me daba risa y un poco lo mismo haberme comportado así, lo que contaba era que había ido ahí y punto. Lo único que me da lata es que a veces la gente como que no recibe lo que espera de mí, es que es raro esto: tengo una reflexión muy estúpida para decir, una que hago siempre y que tiene que ver con el contacto con la gente, uno cuando se acerca por primera vez generalmente es ultra simpático pero esto no se puede mantener en el tiempo, entonces dónde está la solución, cómo tiene que ser uno. La respuesta es una sola: uno tiene que ser impecable. Lamentarse porque no parezca haber una solución a este dilema no es digno de un guerrero que va a la muerte.